BIENVENID@

"Que los caminos se abran siempre a tu encuentro, que el viento sople siempre a tu espalda, que el sol brille templado sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y que, hasta que volvamos a encontrarnos...Dios te guarde en la palma de su mano". (Bendición Celta)

24 febrero 2010

¿SE PUEDE SER MÁS CUTRE?..

El Valle de los Lobos como su nombre indica es un valle. En caso contrario sería conocido por “la llanura, la estepa, el secarral...” o lo que fuera que fuese...de los Lobos.
La Aldea de los Lobos se encuentra en el centro del valle. Es un pequeño enclave urbano cercano a dos ríos, circundado de amplios bosques de robles, castaños, fresnos, matorrales y arbustos de todo tipo y centenares de especies vegetales.
Manan dentro de la aldea casi una docena de fuentes de aguas puras, cristalinas.
Con las lluvias otoñales, las nieves invernales y el deshielo primaveral todo el valle se convierte en un vergel.

En esa maravilla de lugar, regalo de Dios y de la Madre Tierra donde una semilla agostada cae al suelo y se convierte en una frondosa planta...¡va un aspirante a nuevo rico aneuronal y la caga!

Porque, vamos a ver, ¿es remotamente “lógico” en ese entorno llenar el hueco que deja la escalera exterior, de arena de obra para plantar...¡¡¡unas flores de plástico y tela tipo cementerio!!!??. Eso sí, protegiéndolas con una “bonita” valla Ikea que le da el toque de distinción "ferreroroché" que caracteriza al perpetrador de tal disparate?
Parto del hecho que en su casa tiene la bailarina de faralaes junto al torito y el plato de Mallorca encima de la tele, o ahora que son finas y no sirven de repisa, sobre cualquier espacio bien visible. Y me parece cojonudo. Nunca mis ojos van a horrorizarse al comprobarlo.
Pero...”eso”...”Eso” lo tiene en la calle. A la vista de todo el mundo. En su propiedad, pero en la calle. En plan: “soy un terrorista ecológico pero me importa un carajo, ya que nadie me va a decir nada”.
Vale. Reconozco que la alternativa es no mirar...
...o una noche, con premeditación y alevosía...ejem...nadie sabe nada...lalalalala...
Creo que ya tengo “deberes” para cuando vuelva al Valle de los Lobos.
No se trata de tener razón pero viendo la foto: ¡¡¡ES INEGABLE QUE ESTA VEZ TENGO RAZÓN!!!


Para reponernos de tan escalofriante visión dejo otra imagen, también tomada el verano pasado, de una majestuosa hiedra creciendo libre desde un tejado hasta la tierra de un huerto por el que se esparce. Precioso.
Afortunadamente la Madre Naturaleza posee más sabiduría que algunos “homínidos”.

*Fotografías: ©- Lobogrino.