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"Que los caminos se abran siempre a tu encuentro, que el viento sople siempre a tu espalda, que el sol brille templado sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y que, hasta que volvamos a encontrarnos...Dios te guarde en la palma de su mano". (Bendición Celta)

19 septiembre 2011

LA JUVENTUD DEL PAPA...



“Esta es la juventud del Papa” bramaban miles de jóvenes por Madrid cada vez que les enfocaba una cámara o alguien les miraba. Y es cierto. Tal vez una de las pocas cosas ciertas en esa agónica semana de dislates al modo del más surrealista Buñuel.
”La juventud del Papa” sí; la “Juventud Cristiana” no.
La juventud “del Papa” posee un perfil muy concreto. Los jóvenes que busca la actual Iglesia que involuciona cada día:
1- Carentes de capacidad de reflexión sobre el entorno en el que viven.
2- Desconocedores y sin el más mínimo interés por el mensaje del Evangelio.
3- De ideología política de derecha; si puede ser de extrema derecha mejor. Niños pijos que en ocasiones rozan el más puro fascismo.
4- Sin capacidad alguna de trabajo por mejorar su entorno como compromiso básico en tanto que cristianos. Ni siquiera se plantean la relación cristianismo/compromiso social.
5- De “espiritualidad” pobre, floja, vacía y totalmente desencarnada.
6- Carentes de todo tipo de empatía real (sin paternalismos) hacia aquellos que el Evangelio considera como “Primeros” (=”las putas, los tirados, los marginados por cualquier causa os precederán en el Reino de los Cielos”)
7- Aborregados repetidores de consignas que o no entienden y no aplican en su vida: claman contra el aborto y los anticonceptivos a la vez que abortan y usan anticonceptivos.
8-...
A finales de los años 80 y principios de los 90 aún quedábamos “otros jóvenes”. Jóvenes que “no éramos del Papa” pero sí éramos cristianos. Jóvenes que hacíamos encuentros no para adorar a un señor sino para trabajar por El Señor. Jóvenes que nos implicábamos hasta los tuétanos en voluntariado social, en grupos, educando en valores a niños u otros jóvenes. Que no se nos caían los anillos por intentar hacer algo por minusválidos, drogadictos reinsertándose, presos, transeúntes...Y que después de todo eso nos reuníamos para compartirlo en oración común y Revisión de Vida. Jóvenes que, cuando periódicamente hacíamos encuentros con nuestros Obispos no era para “idolatrarlos” ni llorar porque nos habían mirado. No. Era para explicarles como trabajábamos y para pedirles que ellos también se implicaran con los medios diocesanos que poseían.
Si en alguno de aquellos encuentros hubiese estado el Papa le hubiésemos tratado como a uno más, puesto que nuestra eclesiología, la del Concilio Vaticano II que estos jóvenes desconocen y que la actual Iglesia Católica se empeña en esconder, no era piramidal sino circular.
Fuimos los últimos jóvenes de una estirpe en la que no se podía entender la fe cristiana sin el compromiso social...y político. Que llevábamos en la mochila el Evangelio junto las propuestas de los dirigentes sindicales, manuales de Trabajo Social, las meditaciones de comprometidos Maestros Espirituales (cristianos o no) y los tratados de Teología de la Liberación o cualquier tipo de Teología Pastoral progresista, encarnada y de base.
De vergüenza ver a “los cachorros del Papa” enfrentándose a la gente del 15M, insultándoles y hasta agrediéndoles. Inexplicable e inconcebible para “supuestos cristianos”.
Aquellos jóvenes cristianos que hace veinte años estábamos implicados hasta la médula hubiésemos participado en las actividades del 15M sin dudarlo. Nuestro lugar, en tanto que cristianos, estaba allí ya que era impensable el cristianismo sin un compromiso de cambio y de mejora social.

Pero la actual Iglesia Católica, atenazada por el miedo a la evolución, vendida al peor poder político de la derecha más fascista, en manos de sectas fanáticas destructivas, cada día más lejana del mundo...y del Mensaje del Evangelio, opta por pantomimas de Semanas Santas desencarnadas en agosto y adolescentes histéricos adorando a un gurú; no vaya a ser que alguno de ellos redescubra la Teología de la Liberación y la hemos liado.
Sí, esa es “la juventud del Papa”, sí.
Afortunadamente aún deben quedar algunos jóvenes cristianos...en algún otro lugar.
Como afortunadamente quedamos cristianos, tal vez ya no tan jóvenes, dispuestos a seguir manteniendo viva la llama del Mensaje Liberador del Cristo también contra...la juventud del Papa.

4 comentarios:

pars altera dijo...

Afortunadamente...
Y has dado en el clavo.

ixilik dijo...

Como habré tardado tanto en venir a leer ésto!!
Muy bien, me ha gustado lo que dices y como lo dices.
Y me aprovecho poara mandarte un beso

Oscar (.teri) Triano dijo...

Yo también veo más adoración hacia una persona en concreto que seguir el sencillo mensaje de Jesús.

Bueno, no sé si considerarme cristiano puesto que soy agnóstico. Lo irónico es que tengo además una biblia en cómic y el NT en manga :D.

Como bien resumes la actitud de esos jóvenes.

cristina dijo...

Totalmente de acuerdo Josep, por esta vez.