BIENVENID@

"Que los caminos se abran siempre a tu encuentro, que el viento sople siempre a tu espalda, que el sol brille templado sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y que, hasta que volvamos a encontrarnos...Dios te guarde en la palma de su mano". (Bendición Celta)

30 noviembre 2010

¡VAYA MALA PATA!

Sábado 28. Excursión mensual con mi grupo de senderismo. Cuarenta y tantos individuos sueltos por los hayedos de Santa Pau, cerca de Olot, en Gerona.
Sitio precioso, bosques de hayas magníficos, vistas espectaculares.
Bajada de unos 800 metros de desnivel por un sendero de piedras cubiertas por la hojarasca de las hayas, una piedra pisada que se mueve, una pierna que sale haciendo un ángulo imposible y un pie que mira para el lado opuesto de donde debería. Punzada de dolor intensísimo. Mi amigo Miguel diciendo que se me ha salido la rótula de su sitio. Yo cogiéndome el pie. Ehhh, pero sólo grité y lloré un poco. Hasta que me lo movieron y comprobé que se podía mover...Conclusión: no vuelvo a subir al monte con tacones pq luego no encuentro en pelucón entre el follaje...Es curioso la de cosas que se te pasan por la mente en una fracción de segundo: “Si esto está muy roto y no puedo andar aquí no puede aterrizar un helicóptero”. “Vaya mierda hacerme esto justo encima de la Navidad”. “Esta noche había quedado con mis amigos”. “Les arruinaré el final de la excursión a estos y llegarán a casa a las mil por mi culpa”...
Afortunadamente pude recolocar el pie en una posición similar a la que suele tener y caminé renqueante como dos horas hasta salir de aquella impenetrable selva de hayas doradas.
Uno de mis amigos me puso una venda y una pomada, otro me dio un ibuprofeno...Para que un experimentado senderista (que no suele llevar botiquín encasadelherrero) salga del apuro.
Hasta ahí todo dentro de la normalidad...El viacrucis llegó luego.
- 19,30: me arrastro por mi calle hasta que encuentro un taxi que me deja en mi centro médico. Cerrado.
- 19,45: llego al Hospital Sant Pau. Me dicen que como hay mucha gente me atenderán como mínimo de madrugada o hacia el mediodía del día siguiente. Me derivan a un ambulatorio cercano. La doctora que me atiende me dice que no tengo nada roto. “En la cara, que es lo único que me has mirado no, claro”. Sobre el ambulatorio afirma: "No te preocupes está sólo a 5 minutos caminando". Rictus de mosqueo. “O dos horas para mi...”. “Sí, claro. Bueno, mejor que vayas a la calle de al lado y cojas un taxi, que por aquí no pasan”. Resignado me vuelvo a arrastrar acera abajo.
- 20,30: llego a la entrada de urgencias del ambulatorio. Cerrada. Me arrastro (he empezado a metamorfosearme en una serpiente con chirucas y bastón) hasta una puerta cercana a unos 30 lejanos metros. Llamo y ni caso. Desde la parada del autobús una señora me advierte que la entrada es por la calle del otro lado de la manzana. Me cago en todo y me arrastro hasta allí. Me empieza a gustar la sensación; a partir de ahora me desplazaré siempre de ese modo.
- 20,50: llego al ambulatorio por fin. Me encuentro a la gente del otro hospital que me habían adelantado. ´"Jodíosporculo si yo caminara bien"...
- 21'15: me toca el turno: una "noséquecoñoera" me atiende...o algo. Más bien "algo". Me voy a quitar la bota y me para. "No, explícame en el mío por donde te duele"....¿¿¿"ein??? pero si el enfermo soy yo!!!". Le toco el pie, con bastante asco, y me dice que seguramente no es nada roto. "Claro, el tuyo no japuta, el que está roto es el mío". Me envía a que me hagan una radiografía. Como soy un chico duro, resignado, le pregunto "¿se puede llegar bien en taxi?". Se ríe y me dice que es en la planta de abajo, y que hay ascensor. *No te hagas ilusiones...Pero que es en el otro lado del edificio. "Ya me parecía demasiado bonito para ser real". Que si estoy muy mal me pega un chute de calmantes pq no tienen sillas de ruedas disponibles. "No hace falta creo que si voy mordiendo el cuero del cinturón podré soportarlo". Toma esta frase como una broma y se vuelve a reír.
- 21, 25: bajo a hacer la radiografía. Interminables pasillos desiertos a media luz. Despachos médicos con puertas abiertas. "¿Si entro, chorizo un monitor de ordenador y me lo pongo debajo del calcetín se notará?". Sólo se oyen mis pasos por aquellas galerías..."Como en la próxima esquina salga un tío con una motosierra se me arregla el pie de inmediato".
- 21, 50: llego y me hacen la radiografía. Pasillo de vuelta. "Ahora ya no tengo miedo, que conozco el entorno". Suena mi teléfono. Del respingo hago un boquete con la cabeza en el techo.
- 22,30: dejo la radiografía, "que huesos más sexys tengo", en el buzón que me han indicado.
- 23,00: llega mi compañero de piso con su prima y nos ponemos a hablar. Van llamando a los pacientes por megafonía. Nos percatamos que cuando la que llama tiene acento colombiano nadie acude..."¿Tendrá relevancia este dato?"
- 1, 20 am: ya han llamado a todos los pacientes que había delante mío. Y a los que había detrás. Y a los que han ido llegando. "Oye perdona ¿va a tardar mucho en tocarme el turno? claro que como "sólo" llevo desde las 9"...
- 1,30, am: por megafonía dicen mi nombre. La voz tiene acento sudamericano. Estoy a punto de irme para no hacerle un feo. La doctora me dice: "llevaba rato con tu radiografía por aquí pero como los huesos no están rotos creí que te habrías ido". Respuesta real con "cierto" tono sarcástico: "ya, pero es que no tenía plan para la noche de este sábado y...¿Te importa si me quito la bota y me ves el pie? lo digo pq ya que estoy aquí". *El monitor de ordenador va debajo del calcetín del otro pie y no se nota. Me mira con cara de cabreo mientras le sonrío "inocentemente".
De mi bota sale, con dificultad, una "cosa" redondeada y negra con uñas en la punta.
"Coño, pues este pie está muy mal". Respuesta real con el mismo tono sarcástico de antes: "Que va tonta, siempre he tenido un pie redondo y negro. He venido porque lo que me duele es la bota". "Veo que tienes sentido del humor". "O eso o me pongo a hacer lo que realmente me apetece: soltar berridos de dolor. ¡Pues claro que tiene mal aspecto! Por eso he venido". "Los hombres, que no aguantáis nada. ¿Te duele aquí?". "No". "¿Y aquí?". "Tampoco". "¿Ves como no tienes nada?. Es sólo un hematoma". Coge el pie para girarlo, doy un alarido y me caigo en la camilla medio desmayado del dolor. "Ah pues sí". "¡¡¡JAPUTAAAAAAAAA!!!" (*Esto no se lo digo. Pero lo pienso). Me toca una zona del pie durante un rato y concluye que tengo un esguince de ligamentos considerable. *Al día siguiente le dan el Nobel de medicina. Me pone el tratamiento y las enfermeras (tres chicas jóvenes que me atienden de maravilla) me ponen un vendaje y me dicen que las administrativas me explicarán como conseguir unas muletas.
- 2,00 am: "me han dicho dentro que me explicaréis como conseguir unas muletas". "¿¿¿Nosotras???Nosotras no vendemos muletas". “Ya lo supongo, pero me han dicho que me podréis indicar como conseguirlas”. Una hace una llamada y me dice que tengo que ir al centro médico (ese que está cerrado) que de allí me derivarán a la asistente social (seguro que también está "a cinco minutos caminando") y si dan el visto bueno a la solicitud me las darán ( justo para cuando el esguince sea historia o se me haya caído el pie). "No importa. Ya las compraré en la farmacia".

Conclusión: me lo pasé mejor que si saliera de marcha ese sábado. Las experiencias fueron mucho más variadas, ricas y nuevas...Ahora estoy con la pata tiesa y tomando calmantes: hay momentos en los que estoy pensando en rematarme para acabar con el dolor...O tomarlo a risa y descansar.

2 comentarios:

Mean Mr Mustard dijo...

¡Viva la Seguridad Social! No, en serio, espero que te recuperes pronto, vaya putada.

Saludos

el Shysh dijo...

Aunque esta excursion fuera accidentada, eso del grupo de senderismo mola. Mas datos?