BIENVENID@

"Que los caminos se abran siempre a tu encuentro, que el viento sople siempre a tu espalda, que el sol brille templado sobre tu rostro, que la lluvia caiga suave sobre tus campos. Y que, hasta que volvamos a encontrarnos...Dios te guarde en la palma de su mano". (Bendición Celta)

22 marzo 2009

ESTO ES UN CASTAÑO.

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Sí. Aunque no lo parezca. Es un castaño común. De esos arbolitos que dan castañas, vaya...
Esa especie de hilito unido a una castaña, con minúsculas raíces y cuatro hojas que salen de un tallo más fino que el de una hierba, plantado en tierra adecuada, regado en su momento, abonado cuando toca y cuidado de los depredadores (desde el ganado a las orugas), dentro de bastantes años será un frondoso árbol que nos regalará sus frutos, su sombra, su madera. Que albergará nidos de pájaros entre sus ramas o madrigueras de roedores junto a su tronco y con sus sólidas raíces sujetará la tierra.
Quizá dentro de varios cientos de años, si ha sobrevivido a los incendios, a las sequías o a las talas, su enorme tronco siga hablando de la maravilla de La Vida. La misma que el ser humano a menudo se empeña en hacer bailar de un hilo, cuando no directamente en destruir porque sí.
Todo esto suena a perogrullo pero a menudo en la ciudad tendemos a pensar que somos el centro y la medida de todo. Y...“no es del todo así”...
La naturaleza me llevó a esta minúscula planta de castaño, en medio de un camino, para que la recuperase. Si con mis cuidados llega a enraizar, quizá dentro de 15 años pueda recoger sus deliciosos frutos. Lo que es seguro es que vivirá mucho más que yo. Y cuando hayan pasado muchos años y mi vida ya no sea ni un recuerdo, el castaño soberbio seguirá ofreciendo sus frutos, su sombra y su madera a quienes pasen y al verlo imponente, bien anclado en el suelo y con los dedos de sus ramas acariciando el viento, les costará pensar que un día fue un hilito unido a una castaña, con minúsculas raíces y cuatro hojas que salían de un tallo más fino que el de una hierba, que un ya olvidado loco amante de La Vida rescató, siglos atrás, de un camino, mimó y cuidó simplemente porque sí.
Y de alguna forma, pese a ser sólo un simple intermediario, estaré entre sus raíces ancladas firmes en el suelo y con sus ramas acariciando el viento. O al menos es bonito imaginar que así sea.
En cualquier caso los cuidados y los mimos habrán valido la pena.
Siempre es gratificante amar porque sí...

Días después encontré esta interesante frase de un tal D. Elton Trueblood: “Cuando un hombre planta árboles bajo los cuales sabe muy bien que nunca se sentará ha empezado a descubrir el significado de la vida”.

¡FELIZ PRIMAVERA A TODOS!.

*- Foto: Pequeño castaño “posando” encima de una piedra antes de ser transplantado.
©: Lobogrino.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta, me gusta mucho cuando escribes así, no dejes de hacerlo.

Besos.

Tonon dijo...

Ya ves, aqui estoy. Apartir de ahora figurare como un incondicional de las cosas que escribes y todo lo que haces. Un saludo. "Tobias" de Nudismoynaturismo.blogspot.com

Argo dijo...

Me ha gustado mucho. He llegado vía el blog de Tobías y creo que me quedo.

Nando dijo...

Siempre traes sabores nuevos al blog...
Tierra, monte, castañas...
Como en mi tierra!
Gracias por recordarnos que, destras de la muralla del asflato, grande y honda, queda todavía belleza de la naturaleza,
Nando

Rukaegos dijo...

Adoro los castaños, los árboles que brotan jugosos en primavera y pierden las hojas rojas o amarillentas en otoño.

Y adoro abril. Este año más que ninguno, porque dentro de diez días por fin mi chico se viene a vivir conmigo, uff.

Gracias por tu canción de primavera.

ixilik dijo...

Siempre intentando ayudar a hacer más facil la vida de todo los que encuentras.
Siempre creí en los lobos buenos
Te planto un beso

Fer dijo...

Precioso, Lobo.

Qué olvidadas tenemos las cosas sencillas de la naturaleza.

Un beso.